El embalse y la Central Eléctrica de Jándula se sitúan en el extremo oriental de la Sierra Morena, en la serranía de Andújar. El proyecto corre a cargo de la compañía Mengemor, que presenta una solicitud oficial de concesión del proyecto en el Ministerio de Fomento para la “Canalización y Aprovechamientos de Energía del Guadalquivir”. Las instalaciones fueron diseñadas por el arquitecto Casto Fernández-Shaw en 1919, iniciando la construcción del complejo en 1927 y finalizando en 1931.
El embalse es de planta curva y sección triangular y dispone de un aliviadero de lámina libre. En su remate, de estilo historicista andaluz, adopta la forma de Torre del Homenaje, que se abre hacia las aguas con un balcón en ménsula. Está realizado en hormigón, con sillares de granito de una explotación cercana para integrarlo en el entorno. La central se construye al pie de la presa, anexionada al cuerpo principal. De esta construcción no solo destaca su original emplazamiento sino también su configuración ya que, a través de perfiles curvos, se mimetiza perfectamente con el paisaje. De estilo expresionista, se acentúa con el remate ondulado en referencia al movimiento de las aguas.
Aparte de las lógicas funciones requeridas a la presa, consistentes en el control hidráulico, el riego y la obtención de energía hidroeléctrica, la razón de mayor peso para su construcción reside en un proyecto de mayor envergadura.
Carlos Mendoza Sáez de Argandoña, Ingeniero Civil fundador de la compañía de electricidad Mengemor, llevaba años empeñado en hacer navegable el río Guadalquivir, desde Sevilla hasta Córdoba. Por un lado, proponía abrir una vía de navegación interior, que conectase el puerto de Sevilla con el corazón de Andalucía y aprovechar en este mismo tramo el desnivel del río con fines energéticos, a la vez que se prestarían los apoyos físicos para futuros puentes que conectasen las dos orillas del río. Servía así la presa de reserva de agua para la canalización del Guadalquivir.
Pero Mengemor no podía afrontar una carga económica tan grande como la que suponía el proyecto de navegabilidad del Guadalquivir, así que en el año 1924 funda una compañía independiente: Canalización y Fuerzas del Guadalquivir, compañía anónima filial de Mengemor. Así, el proyecto de presa de Jándula pasaría a depender de esta entidad.
Para la construcción y mantenimiento de la presa fue construido un poblado para 3000 denominado "La Lancha". Se trataba de una pequeña ciudad para mil trabajadores junto a sus familias. Este nuevo poblado, situado a 40 kilómetros de la ciudad más cercana, Andújar, disponía de alcantarillado, agua potable, luz, y teléfono. Entre los edificios estaba una iglesia, que hizo las veces de escuela, un hospital, un economato, una cantina, una cuadra, un teatro, un cuartel de la Guardia Civil, un frontón, etc. Las viviendas se organizaban en pabellones para el personal técnico y casa en hilera para los obreros.
En la actualidad se conserva en buen estado la iglesia y las viviendas de técnicos situadas en hilera en torno a ella. De las viviendas de los trabajadores quedan algunos restos de los muros de carga. Se conserva el frontón.
Tanto la presa como la central hidroeléctrica son piezas ejemplares del patrimonio industrial andaluz por doversas cuestiones.
En primer lugar, por su valor histórico, como muestra del espíritu de modernización del territorio rural andaluz surgido a finales del siglo XIX en Andalucía, testimonio del ambicioso proyecto de Canalización y Aprovechamientos de Energía del Guadalquivir que pretendía hacer navegable el río Guadalquivir en su tramo entre Sevilla y Córdoba. Un proyecto que, pese a que finalmente vio frustrados sus objetivos iniciales, fue el motor que permitió contener y dominar el agua de esta arteria fluvial de Andalucía con la construcción de tres de las once presas proyectadas: la presa del Jándula y la del Encinarejo en Andújar y la presa de Alcalá del Río en Sevilla.
Por su valor tipológico, como ejemplo de presa de gravedad, tipología que marca, a finales del siglo XIX en España, un punto de inflexión en la evolución de las presas de fábrica haciendo uso de criterios racionales abandonando el puro empirismo.
Por su valor tecnológico, que permitió la construcción de un salto de casi 90 metros incorporando el edificio de la central eléctrica al pie de la presa para ahorrar espacio, haciendo así de la escasez de espacio, virtud del proyecto.
Por último, por su valor estilístico, como ejemplo de historicismo, uno de los caminos que tomó la arquitectura española de principios del siglo XX en su búsqueda por una nueva identidad arquitectónica que permitiese situar a España de nuevo en el contexto internacional. Este lenguaje historicista andaluz beberá de todas aquellas épocas de gran esplendor para Andalucía: de sus raíces musulmanas, como es el caso de esta presa, de su periodo conquistador o de aquella época en que la capital andaluza era metrópoli de Indias, en busca de un sueño: situar de nuevo a la sociedad en un momento de esplendor.
+Info:
http://www.iaph.es/patrimonio-inmueble-andalucia/resumen.do?id=i18821
http://patrimonioindustrial.es/?project_post=embalse-de-jandula-y-central-electrica-jaen
http://www.redjaen.es/francis/?m=c&o=5650&letra=&ord=&id=22812
http://www.diariocordoba.com/noticias/cultura/pelicula-detalla-construyo-pantano-jandula_793170.html