sábado, 27 de febrero de 2016

Fábrica de San Antonio, Aceites Carbonell

La actual fábrica de Aceites Carbonell en Córdoba, junto a la antigua carretera Madrid-Córdoba, tiene sus antecedentes históricos en el establecimiento de la familia Carbonell, procedentes de Alcoy, en esta ciudad en 1867.
Antonio Carbonell se dedicó en un primer momento a la exportación de aceite en Córdoba y Jaén, y tiempo después y gracias a los beneficios obtenidos con estas exportaciones, comenzó la expansión de la Casa Carbonell con la producción directa de harinas, luz y aserraderos.

Entabló fructíferas relaciones con importantes empresarios del siglo XIX como los Larios (Málaga), De la Calzada (Sevilla) o Rodríguez-Acosta (Granada), poniendo de manifiesto la importancia de estas relaciones en la Andalucía del siglo XIX, así como de las elevas inversiones que había que llevar a cabo.
La fábrica de San Antonio, construida en torno a 1903, fue un excelente ejemplo de arquitectura industrial en la ciudad de Córdoba. Esta fábrica contaba con trujales subterráneos con una capacidad para 10.200 arrobas, fábrica de tonelería, almacén de maderas, almacén de harinas y cereales, molino aceitero y almacenes generales.
Fue incluso el proveedor oficial de aceite de la Casa Real durante la Regencia de Mª Cristina.
En la actualidad de esa gran fábrica solo queda como vestigio de uno de sus grandes chimeneones entre edificios contemporáneos. Esta chimenea es de estilo neomudéjar, muy propio del momento, obra del arquitecto Adolfo Castiñeyra Boloix. Se decidió no derribar para que sirviese de testimonio y recuerdo de la primera expansión industrial en Córdoba, tal como se indica en la placa situada al pie de la misma.
















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